Los radiadores de baja temperatura son un tipo de radiador con el que se está comercializando mucho últimamente. El motivo es que con este tipo de sistema de calefacción se obtiene el máximo rendimiento con bajas temperaturas de agua. Una de las principales características de estos radiadores es que proporcionan un ahorro de energía con respecto al radiador tradicional. Porque una instalación convencional necesita trabajar con altas temperaturas de agua para cumplir su misión. El radiador de baja temperatura es compatible con aerotermia, geotermia y calderas de condensación. Y en su interior está compuesto por un intercambiador de cobre con aletas de aluminio.

El proceso se realiza con un salto térmico inferior (30⁰c) y con temperaturas de impulsión de 55 ⁰c y retorno de 45⁰c. Mientras que un radiador tradicional trabaja con saltos térmicos muchos más elevados, pues el agua entraría a 75 ⁰c y saldría a 65 ⁰c. El salto térmico hace referencia a la diferencia entre la temperatura media del radiador y la temperatura ambiente. A pesar de ello cabe destacar que el radiador de baja temperatura puede adaptarse a instalaciones convencionales.

Los radiadores de baja temperatura contienen entre un 80% y un 90% menos de agua que un radiador convencional. Por lo que este sistema se calienta mucho más rápido y proporciona mayor confort con menor consumo de energía. Como puedes comprobar el radiador de baja temperatura es una opción que beneficia a nuestra economía y al medio ambiente. Entre sus múltiples ventajas destaca que consigue la temperatura en un corto periodo de tiempo. Además ofrece un rápido período de amortización. Así que si estás pensando en la mejor manera de calentar tu casa este invierno puede que ésta sea la opción ideal. Ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de asesorarte.