
Hace unos días, un edificio de Hospitalet de Llobregat se sumaba a los siete edificios españoles que poseen la Certificación LEED. Cuatro de ellos están en Madrid y uno en Toledo, Valencia y Granada, aunque solamente el ubicado en Cataluña ha finalizado el proceso completo. Pero, ¿en qué consiste exactamente esta certificación?
La Certificación LEED, acrónimo de Líder en Eficiencia Energética y Diseño Sostenible, es un sistema mundial que evalúa la sostenibilidad del edificio desde su fase inicial y que está promovido en nuestro país por el Consejo de Construcción Verde. Para su obtención, la promotora o constructor del inmueble debe probar que ha implantado estrategias sostenibles en 12 prerrequisitos que deben superar los 40 puntos de los 110 totales:
- Proceso integrado de diseño y construcción
- Localización y transporte
- Parcela sostenible
- Eficiencia en energía, agua y atmósfera
- Materiales y recursos
- Calidad ambiental interior
- Innovación en tecnologías y regionalidad
Según dicho Consejo, existen varios factores que influyen directamente en la obtención de los puntos necesarios, como puede ser el acceso a transporte y servicios públicos cercanos, una jardinería adaptada a medios secos, emplear sanitarios de bajo consumo y ahorrar agua,… así como el reciclaje posterior de los desechos de demolición y construcción del inmueble.
Pero no es menos importante el consumo energético de éste. De hecho, se valora muy positivamente el uso de la domótica y ascensores inteligentes que permitan un consumo de electricidad responsable así como el control de éste a través de dispositivos móviles junto al análisis de la calidad del aire, CO2 y humedad. Según el Consejo de Construcción Verde, en el edificio catalán se ha logrado más de un 30% de ahorro energético gracias a los diferentes sistemas de eficiencia energética y los sistemas pasivos.