El aire acondicionado en el trabajo es el responsable de la mayoría de las bajas laborales en los meses de verano. Esto es por el mal uso que se realiza de los aparatos climatizadores.

Para evitar este tipo de casos recomendamos:

– Que el flujo de aire esté conducido directamente a ninguno de los trabajadores, si bien esto es difícil en un espacio reducido, es básico para evitar problemas respiratorios.

– Asma, resfriados, inflamaciones de garganta o  nariz y cefaleas son las consecuencias más comunes.

-El uso inadecuado de estos aparatos supone un gasto energético y económico desorbitado, por lo que hay que respetar la norma que dice que menos de 24º grados no son confortables.

Aire-acondicionado-oficina

-Se calcula que pasar de un termostato regulado a 21ºC a una temperatura de 26ºC reduce el consumo casi a la mitad en el caso de aparatos de locales individuales o domésticos.

– En los lugares y edificios en que sea posible hay que combinar la ventilación natural y el uso de aire acondicionado excepto en los días de máximo calor, donde la ventilación se hará muy temprano o tarde cuando hayan bajado las temperaturas.

-Debemos colocar en lugar apropiado los termostatos y programar los horarios de encendido y apagado y utilizar climatizadores de alto rendimiento energético (clase A).

– Se recomienda el uso de aire acondicionado en verano, manteniendo una temperatura entre 24 y 26ºC, en el domicilio o en el lugar de trabajo; las normativas actuales recomiendan una temperatura no inferior a los 26ºC en locales de usos administrativos, comerciales, culturales, de ocio y estaciones de transporte, para ahorrar energía y reducir el consumo energético innecesario.

Si todas las empresas siguieran estos consejos podríamos evitar las bajas laborales en un 40%.