Uno de las grandes pegas de la calefacción central es la imposibilidad de que cada piso pueda regular su temperatura de calefacción a su antojo, produciéndose en ocasiones situaciones de incomodidad por un exceso o carencia de calor al gusto del usuario. Pero aunque nuestro edificio de viviendas cuente con un sistema de calefacción central tradicional, en algunos casos es posible “individualizar” la instalación de calefacción para cada piso, o bien de la comunidad completa.