El gas sigue siendo una de las energías más utilizadas en el hogar, tanto para el agua caliente sanitaria (ACS) como para cocinar. En muchas ocasiones, el uso cotidiano de la instalación puede ocasionar problemas por lo que es muy importante saber cómo hay que mantener la instalación de gas en condiciones óptimas.
Lo primero que debimos hacer en su momento es confiar la instalación de gas a un profesional. No se puede encargar de esta labor tan importante cualquiera. Solo una empresa instaladora autorizada puede realizar o modificar una instación de gas. Además, si hay algún problema, debes avisar rápidamente al servicio técnico del fabricante o a una empresa especializada en la instalación de gas.
Una vez ya tengamos la instalación de gas en nuestra casa debemos ser responsables con las revisiones periódicas. La normativa actual obliga a mantener adecuadamente y a hacer un buen uso de la instalación así como de los aparatos de gas. Hay que permitir que los técnicos distribuidores verifiquen periódicamente que nuestra instalación cumple todos los requisitos para seguir funcionando con seguridad.
El trabajo del técnico acaba en la revisión pero después es labor nuestra ser buenos observadores en el uso cotidiano que hagamos de los aparatos de gas. Desde controlar si el funcionamiento es normal hasta evitar que los fogones se apaguen mientras estamos cocinando. Esto provocaría que se escapase gas. Otro asunto importante es cerciorarse de que los tubos flexibles de los aparatos estén en buen estado y sin grietas de ningún tipo.
También es necesario prestar atención a la ventilación de la sala donde tengamos aparatos de gas. Debemos vigilar que las rejillas de ventilación estén haciendo correctamente su función y no presenten obstrucciones. Una labor necesaria para velar por nuestra seguridad en el hogar. Finalmente no debemos olvidar que si pasamos una larga temporada fuera de casa sería conveniente cerrar la llave de paso del gas.