Para aquellos hogares que no cuentan con un calentador o una caldera de gas -ya sea natural o butano- para el calentamiento de agua, o incluso las viviendas que optan por la energía solar térmica, los termos eléctricos se convierten en una solución útil pero no del todo eficiente.

Termo eléctricoDebemos tener en cuenta que los termos eléctricos, como su nombre indica, dependen del consumo de luz y, si analizamos las continuas subidas en el precio de la electricidad, puede que su instalación sea más económica a priori que otras soluciones, pero a largo plazo, el precio de la energía hace menos rentable nuestra inversión frente a la energía solar térmica.

Además, el funcionamiento en sí del termo hace que este consumo de luz no sea tan eficiente otros sistemas. Al calentar el agua con antelación y mantenerla caliente, provoca un consumo energético mayor que un sistema de gas que calienta el agua de manera instantánea. Por contra, los calentadores de gas necesitan de un mayor caudal de agua para su correcto funcionamiento y necesitan de una instalación más compleja.

Aun así, si hemos optado por la instalación de un termo eléctrico -actualmente muchos de ellos ya tienen la función programable instalada- y queremos sacarle el máximo provecho a la vez que ahorramos energía sin renunciar al agua caliente cuando la necesitemos, una solución práctica para ahorrar es la instalación de un temporizador digital. Los temporizadores digitales permiten encender y apagar las luces, carteles luminosos o aparatos de riego en el horario que nosotros hayamos establecido previamente.

Su instalación es bastante sencilla y muy económica. Si tenemos el hábito de ducharnos a una misma hora y necesitamos algo de agua caliente para fregar la vajilla, podemos programar el temporizador con media hora de antelación a nuestro uso habitual. Así, si nos duchamos a las 7 de la mañana todos los días, podemos programar el temporizador para que a las 6 y media comience a cargar, margen que variaremos en función de la cantidad de agua que necesitemos.

De esta forma, calentaremos previamente el agua que necesitemos sin necesidad de tener que mantenerla caliente el resto del día continuamente. Eso sí, es muy importante establecer la hora final justo cuando nos vayamos a duchar. Así, mientras lo hacemos, el termo no estará calentando agua que posteriormente quedará sin aprovecharse.